Dos irlandeses, Shamus y Murphy, salieron a darse una vuelta por las calles de Dublín con ganas tomarse unas pintas. El problema es que entre los dos solo tenían un Euro.
Murphy le dice a Shamus: “Tengo una idea” y se va a al carnicero de la esquina y sale con una salchicha enorme.
Shamus le dice:
-¿Esta loco? ¡¡Ahora nos hemos quedado sin dinero!!
Murphy le dice:
-No te preocupes, sígueme.
Entran en el pub y Murphy pide dos pintas de Guiness y dos copas de Jamieson Whisky
Shamus le dice:
-¡Tu te has vuelto loco! ¿Te das cuenta del lio en que nos has metido? ¡No tenemos dinero para pagar las copas!
Murphy le contesta sonriéndose:
-¡¡No te preocupes que tengo un plan, salud!!
Se terminan las copas y Murphy le dice:
-Voy a meterme la salchicha por el pantalón y la saco por la cremallera, tu te arrodillas y te la metes en la boca.
El barman al verles se pilla un cabreo de la leche y les echa del bar. Con este plan, van de pub en pub, emborrachándose más y más sin pagar un céntimo. En el decimo pub Shamus le dice a Murphy:
-Ya no puedo más. Estoy pedo y tengo las rodillas destrozadas.
A esto Murphy le dice:
-¿Como te crees que me siento yo? ¡¡Ya no me acuerdo en que pub perdí la salchicha!!
Mientras paseaba por el inmenso parque, un hombre vio a otro que
estaba abrazado a un árbol, con una oreja ajustada fuertemente contra
el tronco.Viendo esto, el hombre preguntó:
-Sólo por curiosidad, ¿qué estás haciendo?
-Estoy escuchando la música del árbol – respondió el otro.
-Vamos, vamos. Tienes que estar bromeando.
-Por supuesto que no.
-¿Quieres escuchar?
No pudiendo más con su curiosidad, el paseante dice, ‘Está bien…’
Así que colocó sus brazos alrededor del tronco y acercó su oreja.Con esto, va el otro, le pone un par de esposas, le quita la
billetera, sus anillos, su reloj, las llaves del coche, toda la ropa y
se va corriendo.Dos horas después, otro caminante pasó cerca, vio al hombre desnudo,
esposado al árbol, y le preguntó:-¿Qué te ha pasado, hombre?
El hombre le contó la terrible historia de cómo y porqué se encontraba allí.
Cuando terminó de contarle lo sucedido, el otro movió la cabeza en
señal de comprensión, caminó hasta quedar detrás de él, lo besó suavemente en la oreja y mientras se bajaba la bragueta, le dijo…-Me da que hoy no es tu día, campeón…
Un espía huye del KGB ruso. A punto de ser capturado, se tropieza con una monja a la que le pide que lo esconda bajo el hábito.
Cuando los agentes del KGB se cruzan con la monja, le preguntan si ha visto a un hombre sospechoso que huye.La religiosa les informa de que no ha visto a nadie, y los agentes siguen su camino.
Cuando el peligro ha pasado, el espía sale de debajo del hábito de la monja y dice:
-Gracias, hermana, por haberme salvado de ser capturado por el KGB.
-Lo he hecho con mucho gusto -contesta la monja.
-Si me lo permite, tengo que decirle, hermana, que usted tiene unas piernas muy hermosas. ¿Notó usted el leve besito que le di en las pantorrillas?
-Pues claro que sí.
-¿Y sintió usted después mis besos fogosos en sus rodillas?
-Por supuesto.
-¿Imagino que notaría también cuando fui subiendo y le pasé mi lengua por los muslos?
-¡Ay! Sí que lo noté, sí.-¿Y qué hubiera sucedido, hermana, si yo hubiera seguido subiendo y subiendo con mi lengua?
-Pues que me hubieras lamido los huevos. ¿O es que te crees que eres el único espía de por aquí?
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